Fecha:
02 / 06 / 2009
El autor de este artículo invita a sus lectores a mirarse a su interior y descubrir los posibles “errores” que determinados “estilos” de oración pueden llevar. De ahí su reflexión inquietante y que seguro que a más de uno le puede molestar. Pero, posiblemente, nos puede ayudar a “corregir” algunas formas que han tomado solidez, real y habitual, en nuestra espiritualidad. De ahí que merece la pena, aunque nos “duela”. ¡Adelante!
Fuente: ECLESALIA, 21-04-2009.
¿A quién oramos? (1)
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