A ti, Señor, presento mi ilusión y mi esfuerzo.
En ti, mi Dios, confío porque me amas.
Tú nunca me defraudas; eres mi esperanza.
Indícame tu camino, Señor.
Que mi vida se abra a todos.
Condúceme por tus sendas
para que yo pueda compartir
paz, alegría y justicia,
libertad, esfuerzo y ternura.
Tú eres bueno y me haces vivir;
por eso digo con todo mi ser:
gracias por esta inquietud que has puesto en mí.
Guíame por tus caminos,
para ser más, valer más, hacer más bien;
hazme caminante, hazme sal y luz,
hazme hijo/a tuyo y hermana/o de todos.
A ti, Señor, te digo con todo corazón:
¡Que no tenga miedo a verte!
Yo espero gozar siempre de tu compañía.
Hazme valiente y animoso para seguirte.
Aquí estoy, Señor;
Tú sabes cómo soy.
Hazme gozar por tus caminos
y vivir tu Buena Noticia. |