Llegar tras larga marcha, a la orilla de tu playa.
Estrenar camino nuevo
sólo porque Tú me llamas...
Camino sin tierra firme, hecho de fe sobre el agua,
avanzando mar adentro
sólo porque Tú me llamas...
Y andando a paso ligero,
vayas, Señor, donde vayas,
porque tiene el corazón,
de Ti, tremenda nostalgia.
Desborda ahora el corazón, con una grande esperanza;
que al final de este camino, para todos habrá casa,
y la mesa del banquete y el abrazo a la llegada,
y la promesa cumplida, que nos dejó tu Palabra.
Hoy caminaré de nuevo ligera y enamorada,
con un amor que se crece,
a medida que se avanza
por la esperanza, hecha alegre, en fe vivida y probada.
Hoy quiero sobre tu Mar, poner mi pie confiada
y andando a paso ligero, vaya, Señor, donde vayas...
que vive ya el corazón
sólo porque Tú me llamas...
María Isabel Pereda |