En este tiempo de Cuaresma,
necesitamos experimentar juntos
tu cariño y tu presencia cercana, Señor,
tu amor y tu perdón,
esa fuerza transformadora,
que sólo Tú puedes dar
y que impulsa a vivir la CONVERSIÓN.
Prepara nuestros corazones
para acoger tu Palabra.
Abre nuestros oídos
para escuchar los gritos
de quienes sufren y nos necesitan.
Pon a punto nuestra voluntad
para estar dispuestos
al compromiso generoso.
Haznos sencillos y humildes, Señor,
para asumir nuestras limitaciones
y agradecer nuestras virtudes.
Que sepamos poner, lo que somos y tenemos,
al servicio de quienes más nos necesiten.
Ayúdanos a vivir unidos
por la fuerza de tu Espíritu,
para hacer posible
una verdadera Comunidad
de hermanas y hermanos,
que, a pesar de sus limitaciones,
viva siempre con el deseo de extender
la Buena Noticia de tu Reino.
Gracias, Señor. |