Queremos ser
mensajeros de tu Palabra;
danos valentía
para llevarla por todos los rincones
de nuestra sociedad, Señor.
Queremos ser
sembradores de tu Esperanza;
danos perseverancia
para no bajar los brazos
y empezar cada día
como si fuera el primer día de labranza.
Queremos ser
anunciadores de Buenas Nuevas;
danos alegría
para contagiar a otros
la gratuidad de tu amor.
Queremos ser
una mano tendida al otro;
danos compasión
para sentir con tu Espíritu
y actuar con sincero compromiso.
Queremos ser
constructores de comunidad;
danos comprensión para escuchar,
para fortalecer relaciones,
para unir a las personas.
Queremos ser
peregrinos de tus caminos;
estar siempre en movimiento,
sin instalarnos,
sedientos siempre de búsqueda y de encuentro.
Muéstranos el horizonte,
mantén vivas las utopías,
ayúdanos a seguir adelante.
Queremos ser tus testigos,
Señor de la Historia;
queremos mostrar con nuestra vida
que Tú estás en medio de nosotros.
Danos la fe madura de tantos hombres y mujeres
que, a diario y sin estar en los primeros planos,
hacen santo tu nombre,
porque hacen presente en este mundo
al Dios-con-nosotros,
con su vida, su testimonio y su ejemplo
de hermanos-de-todos. |