Señor, dame palabras
en las que yo pueda
construir mi propia palabra.
Dame tu PALABRA.
Señor, dame tu espíritu de verdad,
para tomar parte en ella
y hacer un mundo de verdad.
Señor, dame tu Espíritu
para que reconozca
las huellas de tu presencia
y sea signo de tu Evangelio en este mundo.
Señor, dame tu Espíritu
para entender la profundidad de tu misterio.
Señor, dame tu Espíritu
para que sea una persona espiritual
y todos vean en mí la luz de Jesús
y la sal del Reino que él predicó.
Señor, dame tu Espíritu
para renacer cada día como trigo bueno
en medio de la cizaña que me rodea.
Dame, Señor, tu PALABRA,
y dame tu Espíritu. |